Iglesia y Anti-Iglesia: el teólogo Ticonio y Fátima, advierten a Ratzinger sobre la infiltración...
- Andrea Cionci
- 13 sept 2022
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 16 sept 2022
El título original de este apasionante artículo publicado el 12 de septiembre en liberoquotidiano.it, en idioma Italiano es “Il Ticonio di Ratzinger svela sede impedita e Fatima: Bergoglio è un vescovo bianco – Libero Quotidiano”.
El asunto que aborda es grave, y Andrea Cionci, luego de valorar los hechos, lo asume con suma seriedad, aportando la óptica del “Código Ratzinger”, aunque el diáfano relato del permanente combate entre la Iglesia y la Anti-Iglesia hacen innecesarias las sutilezas atribuídas al mismo. Bastan los hechos citados y la adecuada perspectiva teológica con la que es tratado aquí el asunto.
Síntesis:
Mientras el Teólogo del siglo IV, Ticonio (Unos años anterior a San Agustín), leído por Joseph Ratzinger y citado por él como Papa Benedicto XVI durante una Audiencia, le sugiere desde entonces la posibilidad de una Sede Impedida ante el combate Iglesia - Anti Iglesia, en la perspectiva del “Código Ratzinger” los secretos de Fátima señalan a Bergoglio como el “obispo vestido de blanco”.
Vamos al artículo, que hemos traducido para los lectores de ForHum Christi.
Ticonio revela a Ratzinger la posibilidad de la Sede Impedida, y Fátima que Bergoglio es el “obispo vestido de blanco”
Por Andrea Cionci
Hace unos días, el Santo Padre Benedicto XVI, en una carta dirigida al Centro de Estudios ‘Joaquín de Fiore’, escribió:
"En la acción histórica de Dios, la verdad se revela gradualmente".
Para laicos o católicos, es un hecho objetivo que la verdad sobre su Sede Impedida se ha revelado gradualmente, en un proceso de ensamblaje lógico de muchos hechos y documentos investigados en esta página y luego reordenados en el libro-investigación “Código Ratzinger” (Byoblu ed. mayo de 2022).
Hoy, sin embargo, se añade otro azulejo muy importante a la recomposición de este mosaico.
En el blog del vaticanista autorizado Marco Tosatti fue publicado (Ver aquí) un texto sobre la predilección de Joseph Ratzinger (desde 1956) por Ticonio, un teólogo romano del siglo IV que escribió un comentario sobre el Apocalipsis. Esto confirma plenamente que la cuestión de la Sede Impedida ya estaba considerada entre las posibilidades, así como la futura anulación de la falsa iglesia bergogliana; pero, además, cierra el círculo sobre el Tercer Secreto de Fátima.
El Papa Benedicto explica en la audiencia del 22 de abril de 2009:
“Ticonio había llegado a la convicción de que la Iglesia era un cuerpo bipartito: una parte, dice, pertenece a Cristo, pero hay otra parte de la Iglesia que pertenece al diablo”.
Para Ticonio, la Iglesia siempre ha albergado una parte maligna, formada por los impostores, falsos cristianos que, junto con los paganos, constituyen la ciudad del diablo.
El problema es que la anti-Iglesia, esta fronda de traidores, está oculta, se enmascara muy bien dentro de la verdadera Iglesia, hecho que Ticonio identifica con las expresiones bíblicas "misterio de iniquidad" (San Pablo) y "abominación de la desolación" (profeta Daniel).
Según Ticonio, esta entidad abominable y adversa quedará plenamente expuesta sólo cuando ocurra el gran DISENSO, término latino que significa "caída" o "separación" (Cisma). Sólo entonces podrán verse claramente las distintas facciones en conflicto: por un lado, la ciudad de Dios con la verdadera Iglesia, y por otro la ciudad del diablo constituida por los impostores de la anti-Iglesia unidos a los paganos.
La paradoja es que este Disenso no implicará la expulsión de la parte podrida de la verdadera Iglesia como ha ocurrido durante siglos hasta 2013, con los muchos cismas que conllevaron a la expulsión de los herejes. En cambio, sucederá lo contrario: la verdadera Iglesia, RETIRÁNDOSE, quitándose del camino, sacará a la luz a la anti-Iglesia que siempre ha permanecido oculta en su interior como un parásito malvado, dejándola expuesta con su apostasía.
Como explica Ticonio:
"Es necesario que el Anticristo sea revelado en todo el mundo, y que de la misma manera sea derrotado en todas partes por la Iglesia... Pero ahora está oculto en la Iglesia".
Pero, ¿quién es el que puede llevar a la anti-Iglesia a disponer de tal poder como para obligar a la verdadera Iglesia a retirarse? Ticonio es categórico: son algunos falsos ‘hermanos’ que se encuentran entre los líderes de la Iglesia: "Los obispos, bajo la apariencia de un ‘don de la Iglesia’, permiten lo que hace avanzar la voluntad del diablo".
Y estos hechos son EXACTAMENTE los que han ocurrido en la práctica. Obligado a apartarse del camino del alto clero modernista infiel, (obispos y cardenales de la mafia de San Galo) el Santo Padre Benedicto XVI el 11 de febrero de 2013, con ese admirable documento de la Declaratio, no abdicó en absoluto, como sabemos ya, sino que se retiró a un estado de Sede Impedida (Ver aquí). Los prelados de la anti-Iglesia, en su ansia de poder, se apresuraron a convocar –pese a que el Papa ni había muerto ni había abdicado– un cónclave inválido eligiendo así a un antipapa. De este modo, en el curso de nueve años, la anti-Iglesia emergió, como un absceso en supuración, manifestándose por lo que es: hereje, apóstata, inversiva, destructora de la Catolicidad y de los fieles, aliada con los paganos, con los poderes “novomundialistas” y globalistas del NOM.
Exactamente como en la predicción de Ticonio, el Papa Benedicto XVI se ha retirado, renunciando al ejercicio del poder práctico y autoexiliándose en El Vaticano. Poco a poco, tras él han ido sacerdotes fieles, liderados por sacerdotes-héroes (Ver aquí), que han llevado consigo a decenas de miles de fieles: un nuevo éxodo, una nueva salida de la sinagoga.
Continuaba el Papa Benedicto en su audiencia: “Agustín leyó este comentario y se benefició de él, pero enfatizó fuertemente que la Iglesia está en las manos de Cristo, su Cuerpo permanece, formando con él un solo sujeto, un participante en la mediación de la gracia. Por lo tanto, enfatiza que la Iglesia nunca puede separarse de Jesucristo”.
De hecho: la verdadera Iglesia es jurídicamente sólo aquella en comunión con Benedicto XVI, quien nunca ha renunciado al “munus” petrino, la investidura de origen y de Derecho Divino.
Ahora, como se puede ver, converge aquí un AJUSTE PERFECTO ENTRE TEOLOGÍA, HISTORIA, ACTUALIDAD, LATÍN Y DERECHO CANÓNICO. No solo eso: incluso la adhesión al aspecto profético es objetivamente plástica.
El autor del artículo en el blog de Tosatti comenta: “A la luz de la teología ticoniana, los diversos comentarios de Benedicto XVI sobre el significado del mensaje de Fátima adquieren un nuevo significado. Se hace evidente que Benedicto XVI entiende el mensaje de Fátima en el contexto de la afirmación de Ticonio de que el mayor mal para la Iglesia en los últimos tiempos es el mal escondido dentro de ella. […].
Tomando en cuenta que la Santa Sede había cerrado esencialmente la puerta al Tercer Secreto de Fátima, la respuesta de Benedicto XVI fue nada menos que asombrosa. Y, efectivamente, también puede percibirse como "ticoniana". Dice el Papa Ratzinger: "... hoy lo vemos de una manera verdaderamente aterradora: que la mayor persecución de la Iglesia no viene de enemigos externos, sino que nace del pecado en la Iglesia".
Y en este punto, el autor del artículo pregunta: "¿Se dio cuenta Benedicto XVI de que, como Papa, tenía que iniciar la 'retirada' de la verdadera Iglesia, es decir, apartarla de la falsa Iglesia para que se manifestara la gran apostasía y, con ella, se verificara la exposición de los falsos ‘hermanos’ que se han infiltrado en la Iglesia en los niveles más altos?".
¡POR SUPUESTO QUE SE DA CUENTA! ¡Hemos estado escribiendo esto durante dos años! Ya en abril de 2021 habíamos planteado la hipótesis de cómo Benedicto se inspiró en el espejo mencionado en el tercer Secreto de Fátima, para establecer la dicotomía munus-ministerium (tomada de la ley dinástica alemana) o una entidad-sujeto y su reflejo (Ver aquí).
Al apartarse de un modo realmente brillante del “ministerium”, el Papa Benedicto se aseguró de que, con un cónclave inválido, lo pusieran formalmente en una situación de Sede Impedida, mantuvo consigo a la verdadera Iglesia y dejó que la anti-Iglesia se desenmascarara a sí misma -lo cual han hecho descaradamente- durante estos nueve años en los que ha propalado toda suerte de locuras, herejías y extravagancias.
Continúa el autor: Reflexionando sobre la visión de sor Lucía, Antonio Socci propone que el "obispo vestido de blanco" y el "Santo Padre" son en realidad dos personas distintas. Provocadoramente pregunta: "¿El secreto que tiene dos figuras en su centro, el obispo vestido de blanco y un viejo Papa, nos habla del presente? ¿Quiénes son estas dos figuras?". Además, Socci señala un desarrollo verdaderamente sorprendente: "El 12 de mayo de 2017, en Fátima, fue el propio Papa Bergoglio quien dijo que era el obispo vestido de blanco".
En realidad, Bergoglio es EXACTAMENTE UN OBISPO VESTIDO DE BLANCO desde el punto de vista canónico, porque es antipapa en cuanto que fue elegido en un cónclave inválido, y tanto con el papado como con el antipapado SE PIERDE EL ESTATUS CARDENALICIO.
Esto se confirma de una manera "lógico-matemática" por el llamado “Rompecabezas de la Mussetta roja”, uno de los códigos Ratzinger más refinados en el que el Santo Padre explica que Bergoglio eligió vestirse ilegal y abusivamente de blanco porque no se contentaba simplemente con la túnica roja de un cardenal (Ver aquí).
¿Pero entonces en el Tercer Secreto hablamos de dos personajes diferentes, como decía Antonio Socci? ¿Un obispo vestido de blanco y un verdadero Papa? ¿Ese Santo Padre que, en la segunda parte, sube fatigosamente la montaña hacia donde está una cruz de alcornoque y que luego es asesinado brutalmente?
NO, en nuestra opinión. El personaje es siempre el mismo: al principio, de hecho, se especifica que el obispo vestido de blanco es visto por los pastores EN EL ESPEJO, así que toda la segunda parte del secreto, que da la apariencia de referirse a un verdadero Papa que es masacrado por soldados, debe interpretarse AL REVÉS. Lo que parece físico-descriptivo-literal debe ser interpretado, por lo tanto, de una manera metafórica e inversa, reflejada.
Así, ese "Santo Padre" no es el verdadero Papa, sino el falso Papa, el obispo vestido de blanco que, casi habiendo alcanzado la realización de la falsa religión globalista, privada del sacrificio de Cristo (la cruz de corcho desmenuzable que nunca podría sostener a un hombre) es expuesto, deslegitimado por un grupo de militantes. Y esto sucede, curiosamente, cuando el antipapa está "postrado de rodillas": interpretado al revés, en el espejo, no sería una verdadera posición devocional, pero el falso Papa puede ser considerado postrado EN la rodilla, es decir, por dolor en la rodilla. Y también tendríamos aquí: Bergoglio, doblado por el dolor de rodilla, va en silla de ruedas a Astana, Khazakistan, para hacer un lío teológico interreligioso sincretista con el cual dar el golpe final al verdadero catolicismo. Puede encontrar AQUÍ nuestra interpretación de todo el tercer Secreto.
Ahora seguramente seremos atacados por este "vuelo hacia adelante" en el aspecto profético. Elimine estas últimas consideraciones si lo desea. El hecho objetivo sigue siendo que lo que el Papa Benedicto XVI preparó y dispuso jurídicamente es perfectamente compatible con lo que Ticonio había teorizado hace 1700 años: retirarse para desenmascarar a la falsa iglesia. El Papa es uno solo, y es Benedicto XVI. Si eres católico, permanece en comunión con él y grita la verdad desde los tejados.
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